LA CASA DE LOS LOCOS
La película no me gustó, sí reconozco que tiene una buena
fotografía, buena música que anticipa,
ya emociones y sentimientos…excelente la actuación de la protagonistas como de
los actores secundarios. Se desarrolla, dada su temática, en un ámbito lúgubre,
oscuro, alienante.
Me pareció un cuento de terror de la Segunda Guerra Mundial.
Me pregunto qué se puede hacer ante un
panorama tan desolador?
Se puede avizorar una luz de esperanza? Creo que no. Porque
es muy sórdida, truculenta, lacerante e in-humna. Es un mundo de tinieblas
empañado por el horror, despiadado, cruel y hasta diría inclemente.
Observamos un dolor terrible, los días se inician como
roedores: nos muestran, las escenas, un hombre a la intemperie, nada los podría
cubrir, eran mentes y cuerpos desgajados ante el sufrimiento y la indiferencia
del resto de las personas…El viento era una ventisca interminable. Eran gritos
de aflicción que revelaban el carácter dramático y conmovedor del existir. Lo
trágico enfrenta la abstracción y lo abstracto.
Esas personas, cada una desde sus perspectivas crean seres
encarnados. El teatro despierta lo infinito que duerme en cada una de ellas.
Desconociendo la temporalidad y la espacialidad en que estaban ancladas.
Fue esa la mejor forma de sacarlos del reino de la vida: de
la temporalidad y de la espacialidad.
Esto me recordó un pensamiento de Merlau Ponty que dice: “
el espacio es tan relevante, es lo que caracteriza a un hombre sano contra el
delirio y la alienación”.