lunes, 12 de julio de 2021

Análisis de la película "Cuerpo y alma"

                                    Cuerpo y Alma

Estamos ante una película para mirar, sentir, acallar nuestro pensamiento y abrir el corazón, emocionarse ante maravilloso y a la vez enigmático vínculo entre sus protagonistas Endre y María.

Película que inicialmente me resultó muy hermética, confieso, que me costó transitar  las escenas del frigorífico, con muchas elipsis, porque venís de retozar con los ciervos en ese maravilloso y salvaje bosque y, de golpe veo una res colgada. Mi impresión fue de  cierta sorpresa y debo reconocer desagrado e impresión…

Su directora Indilko Enyedi, después de no filmar por muchos años encara este proyecto, a los 63 años; la historia de dos personas con el corazón roto y dolorido, resignados a una vida sin amor, pero, con reservas ocultas que sólo el impulso inconsciente con una cuota de azar, propicia el encuentro de dos seres heridos, solitarios y “diferentes” herráticos. Diría inescrutables y muy difícil acceder a su interioridad y en permanente dialéctica entre la soledad y un querer compartir, para ellos de muy dificultoso acceso.

Les cuesta interactuar y María con su cara inexpresiva , con una memoria extraordinaria, propia de su padecimiento, como su capacidad intuitiva , convive con una desmedida exigencia de perfección  que se manifiesta en escenas tales como la clasificación de las reses por los milímetros e grasa otorgándoles, ante la sorpresa de todos, la categoría B.

Es obsesiva, distante y fría, encerrada en sí misma y por momentos, nos sorprende con conductas sin filtro alguno, a su retracción para relacionarse, y pienso, la escena, cuando compra el celular, le habla e a continuación, hasta a mí me sorprendió , le dice con total naturalidad “ querés que hoy durmamos juntos” él queda impávido y acepta. Ya vimos que fue una experiencia fallida.

Esa timidez que ella manifiesta hizo, que yo creara con ella,  una conexión especial con ella desde el principio, es un personaje lleno de matices, como su increíble memoria y miedo al contacto humano.

Las interpretaciones son muy ajustadas a la historia, sin estridencias y los acontecimientos se van instalando a un rítmo pausado en la narrativa de las diferentes escenas…

 La interpretación que hace el personaje masculino Endre ,es un actor amateur que no había hecho cine en su vida..

La película empieza con una escena de dos ciervos (macho y hembra) retozando, libremente, en un paisaje bellísimo, nevado, con un primer plano impecable. Anticipo la inesperada alternancia, posterior, entre el estado de vigilia y el onírico o simbólico, que atravesara otras escenas de la película para poner de manifiesto lo más curioso que surge entre los protagonistas una similitud y simbiosis en sus sueños. Que difiere de su relación temporal, espacial de la corporeidad en la mundanidad.

Los sueños, ese mundo onírico que está caracterizado fundamentalmente porque se rompe la barrera de los consciente, de la lógica racional, de la lógica racional, es un mundo sin tiempo lineal, sin cronología, sin límites impuestos, sin espectadores y sólo adquieren connotación real en el estado de vigilia, en el intento ,ya desde la racionalidad consciente , donde se organizar esa imágenes asincrónicas en el relato sincrónico en el que ocurrieron.

Ese brillante y, porque no, para mí, desacostumbrado comienzo será continuado a través de secuencias concisas u sobrias que hará transitar la película amable. La directora es también la guionista de la película, la sobriedad y la frialdad expuesta, en su protagonista,  harán resaltar la ternura y hermosura manifiesta en la “especial relación amorosa y corporal al final del film. Donde hay una íntima entrega oblativa del uno al otro consumando en lo físico ese tránsito al amor relacional entre “cuerpo y alma”.

Acompañando la trama principal en la que se entrecruzan en forma genial la rutinaria vida diaria de sus protagonistas con sus sueños conectados y luminosos, se nos presentan también caras oscuras que esconden al hipócrita, al corrupto (el policía) . Nadie es lo que aparenta, cada uno esconde una realidad detrás de un estereotipo.

Concluyendo, sin por ello agotar el tema,  es un drama romántico, que manifiesta lo que no es nada sencillo, el dolor de una persona con asperger, aunque este no sea exhibido explícitamente en las conductas y actitudes de María.

                                                     María Cristina